Se podría argumentar que las relaciones entre las TIC (blogs, twitts, wikis u otros similares) y las organizaciones educativas pueden ser vistas a través de tres niveles o perspectivas: a) la necesidad de contar con personal y estructura organizativa para facilitar la incorporación y utilización eficaz de los recursos audiovisuales, informáticos y nuevas tecnologías en los sistemas de formación; b) las ayudas que los medios pueden aportar al desarrollo de la organización; y c) la posible influencia que las TIC pueden tener en las organizaciones educativas.
La disponibilidad y organización de los recursos humanos y materiales no va a ser independiente, y por ello repercute en quiénes y cómo se integran en la institución (qué funciones se les atribuyen, qué espacios se les reservan, quién los diseña y utiliza, entre otros aspectos), así como qué valores trasmiten y bajo qué modelo educativo se implementan.
Desde una perspectiva con certidumbre sistémica, se podría argumentar que la organización de los recursos audiovisuales e informáticos de un centro educativo supone ordenar las relaciones que se pueden dar entre todos los elementos que intervienen cuando se pretende la aplicación didáctica de estos recursos, es decir, coordinar adecuada y funcionalmente los llamados hasta a veces por lo profuso o colectivo de masividad inclusiva como un elemento casi indiviso “elementos o recursos humanos” o sea los docentes, el personal de conducción, coordinadores, personal de apoyo, incluyendo a los alumnos; a lo que se suman los materiales (infraestructura física, aparatos tecnológicos, materiales curriculares, y elementos funcionales (horarios, normativa de uso, entre otros aspectos relevantes).
En la misma línea de argumentación asoma como evidencia concluyente la valoración altamente positiva en la dotación y uso de las TIC en el funcionamiento de los procesos educativos. La bibliografía propuesta, los videos sugeridos apunta directamente a ello. Pero su instrumentación depara una necesidad de mejora de las infraestructuras, más personal técnico de apoyo para labores de asesoramiento y mantenimiento, así como una mayor concientización y motivación de los profesores y docentes involucrados.
Los responsables de las instituciones deben adoptar una actitud proactiva para generar estrategias de desarrollo organizativo apropiadas al espíritu de cambio de la institución, lo que conllevará a que las TIC en general y las de este curso en particular a que se integren más fácilmente en el proceso de enseñanza/aprendizaje de manera de retroalimentarlo positivamente.
Que los procesos de enseñanza-aprendizaje se desarrollen a través de medios tecnológicos supone un cambio importante en la manera de afrontar su diseño e implementación, pero no implica adjudicar “al medio tecnológico” (llámese última alternativa u ofrecimiento hipermedial o transmedial en el mercado de la industria tecnológica) el papel más importante y considerar secundarios aspectos como los objetivos, la metodología, los contenidos o la evaluación.
De modo particular es necesaria la existencia de personas capaces de impulsar el proceso de cambio, de aglutinar grupos de trabajo de esfuerzo colectivos, pues el trabajo en equipo permitirá compartir experiencias, desarrollar iniciativas y abordar conjuntamente los problemas, lo que dará mayor riqueza y estabilidad a los proyectos, fundamentando el hecho de responsabilizarse de las decisiones, de afrontar los problemas y de generar confianza en la acción. Es aquí donde los profesores van a tener un protagonismo especial en la implementación -no solo- de un proyecto que involucre a las herramientas analizadas, sino y en particular, en la incorporación de las TIC en su actividad docente e investigadora. Su comprensión del proceso de innovación, su valoración positiva y su grado de implicación van a determinar los resultados que se obtengan.
Los esfuerzos para formar a los profesores o formadores en los nuevos instrumentos no siempre se han traducido en avances significativos desde el punto de vista de las prácticas pedagógicas. No basta sólo con adquirir una formación en los instrumentos y unos conocimientos técnicos. También es importante poner en perspectiva las nuevas tecnologías en un contexto de prácticas pedagógicas innovadoras e integrarlas en las disciplinas para favorecer la interdisciplinariedad. Es importante también codificar los aprendizajes no técnicos requeridos para una correcta combinación complementaria en la utilización de las tecnologías. Así trabajo en grupo, planificación de las actividades, trabajo en red, combinación de secuencias de aprendizaje autónomo y cursos convencionales, trabajo a distancia y presencial deben ser adecuadamente equilibrados en su implementación.
Entre otras justificaciones a lo expuesto se puede afirmar que la innovación a través de las TIC que no incida en la organización interna de las instituciones tendrá una duración limitada. Se precisa un liderazgo eficiente que ayude al establecimiento de unas relaciones adecuadas entre los medios que se utilizan y los fines que se proponen, y un profundo conocimiento del proceso de cambio y sus consecuencias. Habrá que combinar diversas funciones como planificación, coordinación, gestión de recursos, dirección, entre una larga lista de alternativas Es necesario el trabajo conjunto entre los profesionales que están en contacto con la práctica diaria y aquellos otros que pueden ayudarles a solucionar problemas, elaborar materiales, analizar situaciones de aprendizaje. Pero además hemos de ser conscientes de que las TIC está generando una determinada cultura, es decir, modos de comportamiento, de relación, de aprendizaje no solo de los alumnos, de los profesores y porque no de alguna manera de toda la comunidad educativa involucrada, que asoman distintos a los tradicionales. Este es un proceso que en la facultad a la que pertenezco no ha hecho más que empezar desde hace relativamente poco tiempo, pero ello no es óbice para establecer que está fuera de duda que la incorporación de las TIC a la enseñanza universitaria será eficaz, exitosa y productiva en la medida que garantice una mejora de los procesos, no sólo administrativos y de gestión sino, fundamentalmente, de enseñanza y aprendizaje. Es decir, -quizás y como reflexión final- uno de los principales fines de la tecnología sería el de conseguir que los profesores puedan aprender de ellas para enseñar mejor y que los estudiantes puedan aprender mejor enseñando a sus profesores a través de los avances logrados. Con ello, la tecnología podría convertirse en un factor de cambio y mejora de la enseñanza universitaria de manera sostenidamente permanente.
Dejo un par de videos que argumentan un poco más al respecto. Gracias por la paciencia en la lectura.
Dejo un par de videos que argumentan un poco más al respecto. Gracias por la paciencia en la lectura.
